- Decidí no esperar las oportunidades, sino buscarlas.
- Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
- Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
- Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
- Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
- Aquel día descubrí que mi único rival son mis propias debilidades, y que en ellas se encuentra la mejor forma de superarme. Dejé de temer perder, y empecé a temer no ganar.
- Descubrí que no era el mejor, y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quien ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
- Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
- Aprendí que el mejor triunfo es tener derecho de llamar a alguien "amigo".
- Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, es una filosofía de vida.
- Dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi tenue luz de este presente.
- Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas iluminar el camino de los demás.
Aquel día decidí cambiar muchas cosas, y aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad. Desde entonces no duermo para descansar, duermo para soñar.
Fuente: La culpa es de la vaca
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