¿Se asustan sus hijos con las noticias? En una encuesta, casi 40% de los padres respondió que sus hijos habían visto una noticia que los había dejado muy perturbados y les había hecho creer que algo similar les ocurriría a ellos o a su familia.
¿Por qué reaccionan así los niños? Para empezar, debido a que suelen interpretar las noticias de manera distinta a los adultos. Por ejemplo, cada vez que un niño pequeño ve que se repite la noticia de un desastre, cree que el desastre realmente está sucediendo de nuevo.
¿Qué puede hacer usted si sus hijos se alteran al ver noticias alarmantes? He aquí algunas sugerencias.
Protéjalos: Establezca un límite a la cantidad de noticias que les permite ver en función de su edad, grado de madurez y constitución emocional. Claro, en esta Era de la información, no hay manera de evitar que se entere de lo que acontece en el mundo. Hasta los niños pequeños miran y escuchan más de lo que uno de imagina. Así que manténgase atento a cualquier señal de miedo o angustia que manifiesten sus hijos.
Instrúyalos: Cuando tengan suficiente edad, vea las noticias junto con ellos y aproveche la oportunidad para instruirlos. Destaque los aspectos positivos de los informes; por ejemplo, los trabajos de rescate que se están realizando para ayudar a las victimas de un desastre.
Tranquilícelos: Cuando tenga lugar un acontecimiento grave, hágales preguntas a sus hijos para averiguar cómo se sienten. Un padre llamado Michael dice: "Si Nathaniel ve alguna desgracia en las noticias, mi esposa y yo le explicamos lo sucedido, así como las medidas que hemos tomado para que a la nuestra le pasaría lo mismo, de modo que lo tranquuilizamos mostrándole las alarmas de fuego que tenemos instaladas. Ahora sabe donde están y para que sirven, y se siente más seguro".
Sea objetivo: Según investigaciones, las personas tienden a juzgar las probabilidades que tienen de sufrir cierto incidente basándose en la facilidad con la que recuerdan incidentes similares. Por ejemplo, si un padre ha oído que un niño fue secuestrado recientemente, es fácil que exagere el riesgo de que su hijo le pase lo mismo. Es cierto que uno debe mantenerse alerta a los peligros, pero los especialistas en la materia afirman que los noticieros pueden exacerbar el miedo a una desgracia que probablemente nunca llegará a materializarse (Proverbios 22:3, 13).
Si los padres sacan de proporción las noticias, podrían llevar sus miedos al extremo, y sus hijos también. Tomemos el caso de un niño de 11 años que se perdió en las montañas de Utah (Estados Unidos) en 2005. Le tenía tal terror a ser secuestrado que se escondió por cuatro días de sus rescatadores. Cuando finalmente dieron con él, estaba débil y deshidratado. Aunque las probabilidades de que fuera raptado eran de 1 en 350.000, sus miedos le impidieron recibir la ayuda, poniéndolo en peligro de morir de hambre.
¿Cuál es la lección? Ponga las noticias en su justa perspectiva y asegúrese de que sus hijos hagan lo mismo. El hecho es que muchas desgracias se convierten en noticia por lo raro del suceso, no porque sea común. El delito, la violencia y los desastres son terribles realidades de nuestros tiempos. Sin embargo como hemos visto, sus esfuerzos por proteger instruir y tranquilizar a sus hijos y por crear en ellos una visión objetiva los ayudarán a responder como es debido ante las noticias alarmantes.
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